Cine mexicano e Iberoamericano Parte VIII

Leopoldo Torre Ríos fue uno de los mejores directores del cine argentino clásico. "La edad difícil", "Pelota de trapo", "La vuelta al nido", "La tía de Carlos", "El crimen de Oribe", sobre cuento de Bioy, son algunas de sus películas que merecen verse. En 1947 dirigió "Santos Vega vuelve", que toma el personaje creado por Rafael Obligado y mezcla el género fantástico con el gauchesco y la figura del diablo. Allá por 1840 Santos Vega, el payador, perdió una payada (1) con un hombre que se dice podría haber sido el diablo, murió, y su alma quedó vagando en pena. Un siglo después, su último descendiente (Juan José Miguez), hombre de ciudad, porteño de Buenos Aires,  al heredar una estancia de un tío suyo, se entera que la cláusula para poder convertirse en el propietario es payar con el diablo. Cree que su tío estaba loco. Ante la insistencia del escribano para que conteste si acepta o no la condición, pide un plazo. Ese tiempo se queda a vivir en la estancia, incrédulo. Pero el espíritu de Santos Vega, una vez que está solo, leyendo el diario personal del tío fallecido, le habla. La voz del payador, que sale en parte de una guitarra colgada de una pared, le dice que para poder payar con el diablo debe recuperar su guitarra. Que le robó el diablo antes de la payada perdida, y que tiene dos cruces gravadas cerca de la boca de la caja. Si pierde la payada, le costará la vida. Si la gana, conseguirá que su alma, la de Santos Vega, pueda descansar en paz. La payada tendrá lugar en un barranco junto a un ombú, un sábado a la noche. La película tenía 90 minutos y la copia que conseguí tiene 65. Pero uno se da una idea de lo que debió haber sido. La historia es sólida y está bien centrada en su tema. El libro cinematográfico es de Leopoldo Torre Ríos y Leopoldo Torre Nilsson. Otra película que alimenta ese cruce tan interesante entre el diablo y los gauchos es, por supuesto "El Fausto Criollo", de Luis Saslavsky.